San José, 8 de agosto, 2013. Ante el inicio de la parte más fuerte de la temporada lluviosa, la Comisión Nacional de Prevención de Riesgos y Atención de Emergencias (CNE) mantiene una fuerte vigilancia y monitoreo de las zonas de alta vulnerabilidad a lo largo del territorio nacional.
Durante esta semana, con apoyo de Vigilancia Aérea del Ministerio de Seguridad Pública, se han realizado tres sobrevuelos para valorar el comportamiento de cauces que generan incidentes durante la temporada lluviosa, y para verificar la funcionalidad de obras de mitigación construidas por la CNE.
Durante la mañana de hoy, personal de la CNE y el experto hidrólogo, Rafael Oreamuno, de la Universidad de Costa Rica, recorrieron toda la cuenca del río Pirrís que en su parte baja se convierte en el río Parrita.
Las observaciones de los técnicos indican que, por ahora, ambos cauces se mantienen muy secos y que no representan un riesgo para las viviendas y estructuras construidas aguas abajo, pero que se debe mantener una fuerte vigilancia de esta zona, debido a sus características: topografía muy quebrada, pendiente muy elevada y, sobre todo, la existencia de zonas urbanizadas a lo largo de las áreas de inundación en la cuenca baja.
El ingeniero de la CNE, Sergio Escamilla, analizó por su parte, la funcionalidad de las obras construidas por esta institución para la prevención y mitigación. Indicó que los caminos, canales y obras de protección construidas, tanto en el cantón de Parrita, como a lo largo del cauce del río, se mantienen con funcionalidad normal. Enfatizó que se debe mantener una fuerte vigilancia de su comportamiento durante la temporada lluviosa.
Otros sobrevuelos
Además, esta semana se recorrieron los cauces del río La Tigra y Toro Amarillo en el cantón de San Carlos.
En la parte alta del río La Tigra de San Carlos, los técnicos descartaron represamientos, pero también observaron material suelto que con la lluvia podría desprenderse y generar nuevos incidentes.
El miércoles los funcionarios viajaron a Toro Amarillo para valorar varios deslizamientos aguas arriba de este río y que podrían convertirse en un riesgo para las comunidades que se ubican en la parte baja de la cuenca. Los técnicos manifestaron que las condiciones de la zona se mantienen normales y que los deslizamientos no muestran cambios importantes en su dinámica.
Con el inicio de la etapa más fuerte del período lluvioso, agosto, setiembre y octubre, las autoridades de la CNE redoblaron las acciones de vigilancia, monitoreo y preparación, y reiteran el llamado a que las comunidades asentadas en zonas de reconocido riesgo estén preparadas, con sus Planes Familiares de Emergencia, y atentos a las indicaciones de los comités de emergencia.
Además de los sobrevuelos, se aumentó la vigilancia de las zonas vulnerables a lo largo de todo el territorio nacional, mediante la red de radiocomunicación que monitorea las cuencas, los deslizamientos, áreas volcánicas y otras zonas vulnerables.